La oscuridad es radiante. Y el silencio, estridente. No cuentan tampoco con ninguna señal de telefonía o de internet. “Para hablar por teléfono tenemos que ir hasta allá, al cerro para buscar señal”, señala con el dedo hacia la oscuridad infinita, Eliodoro, nuestro acompañante.Seguir leyendo “Mayas, tan cerca del Estado, tan lejos de la modernidad”→
La pandemia no nos silenció aún. Sigamos cultivando las ideas desde nuestros huertos