Empresas productoras de moscas y autoridades incapaces de matar moscas

 

Vehículo de epidemias

La pestilente gallinaza esparcida en los cañales y cafetales aledaños, con el calor y las primeras lluvias, se convierte en una frondosa incubadora de moscas que hacen por períodos a San Francisco Zapotitlán en un Municipio enjambre de moscas que opaca por completo su estética urbana mestiza.

San Francisco Zapotitlán, es uno de los 340 municipios de Guatemala, forma parte del costeño departamento de Suchitepéquez. Está ubicado aproximadamente a 170 Km. al Sureste de la Ciudad de Guatemala.

Cuenta con una población total de cerca de 19 mil habitantes. De los cuales, cerca del 90% son mestizos. Su economía depende de la agricultura (café, hule, granos básicos), industria precaria y comercio. El 59% de su población se encuentra en situación de pobreza, y más del 13%, en extrema pobreza.

Al ingresar, por cualquiera de las dos entradas, al pueblo de San Francisco, el visitante es impresionado por una aparente modernidad urbana. Espectacular alumbrado público en sus entradas. En las fiestas de fin de año, el derroche de energía eléctrica pública es apabullantemente colosal.

Gallinaza esparcida en los cañales de la finca Venecia

Aunque, a escasos metros fuera del Parque Central del pueblo, caseríos y familias completas subsisten en la oscuridad radiante. Sin servicios de agua limpia. Sin transporte público. Transitando por veredas fangosas.

Por estar ubicado el Municipio en las faldas del Volcán Pecul, goza de una envidiable cantidad de riachuelos que nacen cristalinos en las montañas y llegan como desagües malolientes a la Costa. Paradójicamente, el pueblo bebe agua de un río llamado Negro.

En la medida en que el visitante ingresa a San Francisco Zapotitlán, la belleza paisajística, su espectacular microclima fresco, la hospitalidad alegre de los vecinos, es contrariada con una insoportable pestilencia proveniente de la finca agropecuaria Venecia que utiliza el estiércol de los pollos como abono aplicado a cielo abierto en sus cafetales.

La pestilente gallinaza esparcida en los cañales y cafetales aledaños, con el calor y las primeras lluvias, se convierte en una frondosa incubadora de moscas que hacen por períodos a San Francisco Zapotitlán en un Municipio enjambre de moscas que opaca por completo su estética urbana mestiza.

Permanente problema irresuelta por falta de voluntad política

Olla con atol. Refrigerio de la Escuela Rural, Palestina

La finca Venecia y otras, que castigan a San Francisco Zapotitlán con cíclicas “invasiones de moscas” y fetidez permanente, son conscientes de sus actos y de sus obligaciones legales. Este problema lleva casi dos décadas. Los finqueros, al no soportar su propio mal olor, se fueron a vivir para la ciudad de Retalhuleu, pero sus empresas siguen operando en San Francisco.

Según testimonios de los vecinos, el actual Ministro de Ambiente, gobernadores y el Alcalde Municipal (que ya lleva en ese cargo 12 años consecutivos), en sendas reuniones se comprometieron a resolver el problema.

Prenda de una niña escolar. Escuela Rural Las Margaritas

Danilo Madrazo, Alcalde del Municipio, responsabiliza al finquero y a las autoridades nacionales por la persistente “plaga apestosa”. Aunque, según el mismo Alcalde, en 12 años de su gestión, no existe denuncia penal alguna, por parte del gobierno local, por evidentes delitos ambientales contra finqueros. Danilo, es abogado de profesión.

Rodrigo Chay, Delegado departamental del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), en Mazatenango, indica que su institución conoce el permanente conflicto socioambiental ocasionado por las fincas polleras. Pero, deslinda su responsabilidad porque “carece de capacidad jurídica” para realizar la inspección y denuncia penal correspondiente ante la Fiscalía de Medio Ambiente.

Chay, indica que el mayor esfuerzo realizado por su institución fue la conformación de una instancia multisectorial para solventar dicho problema en 2017, la misma que fue desactivada, según el entrevistado, por el Alcalde de San Francisco, quien no posibilitó reuniones posteriores. “El Concejal Franco, hace unos meses atrás, me indicó el problema de la pollera estaba resuelto”, indica el entrevistado.

Aunque a unos escasos metros de su oficina, niños desnutridos de las escuelas rurales compiten con las moscas para morder sus refrigerios, y en otros momentos sufren de ataques de vómitos ocasionados por la pestilencia insoportable.

El jefe del Centro de Salud de San Francisco, al ser consultado sobre los problemas de salud ocasionado por la “invasión de las moscas”, indica: Nosotros no estamos llamados a atacar las causas de este problema. Únicamente actuamos en sus consecuencias”. Al final, también el Médico ingiere sus alimentos en el pueblo lidiando con las moscas y los peligros que ello implica.

Mientras tanto, Danilo Madrazo, Alcalde y candidato, a unos días de las elecciones generales, preside una reunión ampliada con los vecinos y autoridades para tomar medidas de hecho en contra de los finqueros productores de moscas.

Carnicería. Mercado San Francisco Zapotitlán

A las afueras del recinto de la reunión, los vecinos comerciantes continúan vendiendo sus productos alimenticios atiborrados de moscas, y adornados con el “polvillo municipal” que la autoridad edil distribuyó para mitigar dicha plaga.

La amenaza de pandemias de tifoidea, cólera, conjuntivitis, salmonelosis, disentería, etc. continúa latente en este bello y contrastante Municipio de la Boca Costa, mientras los vecinos no se organizasen o cultiven en la “cultura de denuncia” ante delitos continuados de los son víctimas.

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