el 8 de marzo no es apolítico, ni mucho menos únicamente motivo para la protesta de las víctimas. Es un día para generar conciencia política para la construcción de nuevos procesos constituyentes plurinacionales que diseñen e implementen nuevas formas de organización política, económica, social, cultural, espiritual y de convivencia en la comunidad cósmica. Eso es y debe ser el 8 de marzo.