Plaza de Armas de Lima en la penumbra ante la protesta social. Internet
Esto requiere un golpe de timón, no sólo en la conducción del Estado, sino en los proyectos de vida personal/familiar. Perú necesita cambios profundos y estructurales con la participación decisiva de todos los pueblos, sectores y generaciones.
Nos recuerda nuestra dependencia existencial de la Tierra como fuente (de Ella venimos) y como destino (hacia Ella vamos). Incluso nuestra identidad como Tierra que somos. No únicamente porque corporalmente estamos compuesto de elementos químicos que preexisten en la Tierra, sino porque en la medida que hacemos auto conciencia inmersos en la Tierra, somos tierra que siente, tierra que llora, tierra que piensa, que sufre y se regenera.
En estas condiciones de pánico psicosocial que sufren los pueblos latinoamericanos, sus gobernantes recurren nuevamente a millonarios préstamos internacionales para “afrontar la pandemia” a los mismos grupos financieros internacionales que impulsaron el sistema neoliberal y expusieron casi a toda Latinoamérica al riesgo de coronavirus.
¿Acaso 14 años en el poder no les permitió recursos simbólicos y materiales (económicos) suficientes para organizar-formar-comunicar-movilizar a toda Bolivia? ¿Por qué Evo Morales y García Linera (ideólogo del proceso de cambio boliviano) tuvieron que refugiarse en la Provincia del Chapare, Cochabamba, más solitarios que hace 14 años atrás?….
Mujer quechua en la Municipalidad de Ollantaytambo. OI.
Sin cuantificar incluso el irreversible daño socioambiental, los mineros se llevan para afuera “el idílico banco de oro peruano”, dejando a los peruanos sentados en el vacío.