Somos agua que camina, que ama, que piensa, que sueña. Somos agua que se organiza sociopolíticamente para canalizar nuestras fuerzas y convertirnos en ríos de luchas por la Vida. Eso somos. Agua.
Estos tiempos nuevos inaugurados por el COVID19 nos debe activar la nostalgia dormida del amor por la Tierra. Nos debe motivar a imaginar y practicar el retorno al huerto como el lugar para emprender los cambios transcendentales en estos amenazantes tiempos vulnerables.
“Nuestras autoridades ya fueron a realizar varias ceremonias mayas en las cuevas y nacimientos de agua más lejanas para pedir a los Ajaw (“creador y formador”, para los mayas) a que vuelva el agua”, indica Seb, con mirada impotente.