Estos tiempos nuevos inaugurados por el COVID19 nos debe activar la nostalgia dormida del amor por la Tierra. Nos debe motivar a imaginar y practicar el retorno al huerto como el lugar para emprender los cambios transcendentales en estos amenazantes tiempos vulnerables.
Estos tiempos requieren no sólo de ambientalistas, sino de hijos/as de la Tierra que sientan los dolores catastróficos de su Madre, y actúen para mitigar y/o cambiar progresivamente las causas estructurales de dichos males. Y ello implica cambios de estilos de vida. Una proceso de autoliberación interna individual y colectiva para salir del sistema-mundo-ecocida en el que estamos entrampados.