
Este año conmemoramos el centenario del nacimiento de Orlando Fals Borda (1925-2025), intelectual, sociólogo y activista colombiano cuyo legado se erige como un faro de la descolonización de las ciencias sociales y un ejemplo de compromiso inquebrantable con las luchas populares. Más allá de sus múltiples contribuciones académicas, la figura de Fals Borda nos invita a reflexionar sobre un concepto central en su obra y vida: el sentipensamiento.
El sentipensamiento, término acuñado por él mismo, no es una simple fusión de intelecto y emoción, sino un método de conocimiento y acción en el que el corazón y la mente actúan en sintonía. Para Fals Borda, la producción de conocimiento no podía ser un ejercicio abstracto y desinteresado, alejado de las realidades y los dolores de los pueblos. Por el contrario, debía nacer de una profunda inmersión en la vida de las comunidades, de un sentir con ellas para poder pensar con ellas. Esta opción preferencial por las luchas campesinas, por los sectores más oprimidos, no fue un mero objeto de estudio, sino una elección ética y política que lo llevó a convertirse en un intelectual activista, un articulador de movimientos sociales que supo trascender los claustros universitarios.
En este sentido, la Investigación-Acción Participativa (IAP), pilar de su trabajo, no fue una metodología más, sino la concreción de su sentipensamiento. La IAP propuesta por Fals Borda es un proceso de co-producción de conocimiento en el que las comunidades no son objeto de investigación, sino sujetos activos que investigan, analizan y proponen soluciones a sus propias problemáticas. Desde esta perspectiva, el conocimiento se genera en y desde las luchas campesinas, no solo para fines académicos, sino para la formación y la articulación de sus batallas. Su visión trasciende la esfera local para proyectarse a nivel continental, concibiendo la IAP como una herramienta para conectar las luchas territoriales y decoloniales a lo largo de Abya Yala.
El centenario de Fals Borda nos interpela hoy con más fuerza que nunca. En un contexto de renovadas amenazas sobre los territorios rurales y las comunidades que los habitan, su figura nos recuerda que la labor intelectual no puede ser ajena a los procesos de cambio social.
A 100 años de su nacimiento, convocamos a intelectuales, agraristas e investigadores sociales a involucrarse, con el corazón y la mente, en el campo rural continental. Es urgente volver a las raíces, a los territorios, para sentipensar las luchas que se gestan en ellos. Solo a través de esta inmersión profunda, de este sentir-con, podremos comprender y explicar con más precisión las dinámicas territoriales y decoloniales que marcan el pulso de nuestro tiempo. Honrar a Fals Borda es continuar su legado, asumiendo el compromiso de un conocimiento al servicio de la vida y la emancipación de los pueblos.