
Más de 3 millones de bolivianos dejaron de “ser pobres” en esos 13 años de gobierno…Durante los 13 años del gobierno de Morales, en promedio, Bolivia fue convocada a las urnas cada 9 meses. ¿Esto no es una “dictadura” de las urnas?
Nunca en la azarosa historia bicentenaria del Estado boliviano existió gobierno alguno que haya hecho tanto bien al país en tan poco tiempo como Evo Morales. Pero tampoco este país indígena jamás se había permitido a sí mismo ser gobernado por indígena alguno.
Hasta antes del 18 de diciembre del 2005 (fecha en la que Morales gana por vez las elecciones), los gobernantes bolivianos, gobernaban con 20 o 30% de votos del electorado. Así lo permitía la “democracia pactada” legalizada. Pero, Morales, en sus tres períodos gobernó con más del 50% de votos. Y esta última cuestionada elección general, del 20 de octubre, ganó con más del 47% votos.
En 13 años se realizaron 17 procesos electorales. 4 elecciones generales. 6 consultas populares a nivel nacional, y departamentales. Una elección para Asamblea Constituyente. Un referéndum revocatorio. 2 elecciones para gobierno subnacionales. 2 elecciones judiciales. Una elección primaria.
Durante los 13 años del gobierno de Morales, en promedio, Bolivia fue convocada a las urnas cada 9 meses. ¿Esto no es una “dictadura” de las urnas?
Más del 60% de la población es clase media. Para el 2005, alrededor del 30% de bolivianos era clase media. Para el 2019, el 62% de bolivianos tiene ingresos medios. Más de 3 millones de bolivianos dejaron de “ser pobres” en esos 13 años de gobierno, en buena medida producto de la redistribución directa de excedentes económicos del país, y de la estabilidad económica. ¿No es esto una democratización económica?
Libertad popular al grado de libertinaje. La venganza por parte de los afectados (en sus privilegios materiales y simbólicas), por el proceso de cambio, fue constante en estos 13 años. Masacres contra indígenas y campesinos por parte de la oligarquía del Oriente del país.
Torturas y vejaciones públicas contra indígenas organizados. Castigos públicos contra funcionarios públicos indígenas. Periodistas y analistas insuflando racismo y desprecio contra todo lo que exprese “indígena con conciencia emancipatoria”. Pero, ¿cuántos encarcelados por estos u otros delitos en Bolivia? Casi ninguno. Bolivia es la tiranía del libertinaje.
Bolivia dejó de ser “país vergüenza” y se convirtió en “economía modelo”. Antes del 2006, Bolivia era un “país pordiosero”. Dependía de la ayuda internacional para pagar los salarios públicos. Con todos sus bienes y servicios privatizados. Catalogado como Estado fallido. Campeona internacional en corrupción pública. Ahora, Bolivia, según todos los organismo internacionales, es país estable, con una economía que crece alrededor del 5% de forma sostenida.
El Producto Interno Bruto (PIB) boliviano, en 2005, era un aproximado del 17 mil millones de dólares (casi el 100% bajo el control privado). Ahora, cuenta con un PIB por encima del 40 mil millones de dólares (y con alta participación pública).
Hasta no hace poco, cuando en Madrid u otras ciudades, en eventos culturales, se pedía: “levante la mano los bolivianos”, éstos se escondían y casi ninguno levantaba la mano. Hasta ese entonces, “ser boliviano” era una estigma ganado a puro pulso de dos siglos. Ahora, el “ser boliviano” es una identificación que insufla dignidad y orgullo. Estos son destellos del tipo de gobierno que se instauró en estos 13 últimos años en este país que aún no deja del todo la maldición del mito de Sísifo
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