La sinuosa injerencia del clero en los procesos de esperanza en Abya Yala

Detienen al Obispo católico rebelde ante la justicia en Nicaragua

 

Regularmente, en el Continente católico de Abya Yala, no se oyen noticias sobre “apresamiento” o “detención por la justicia” de obispos. Mucho menos en países con gobiernos “progresistas”.
Es ya casi una tradición la “impunidad” de la jerarquía católica o evangélica en estas tierras preñadas de fe

En Nicaragua fueron apresados un Obispo católico y algunos religiosos por delitos cometidos contra el orden y la seguridad interna del país, durante las vandálicas revueltas sociales ocurridas en 2018, con saldo de centenares de fallecidos.

En aquellas revueltas contra el gobierno de Daniel Ortega, varios miembros del episcopado católico de Nicaragua abrieron las puertas y protegieron a los cabecillas e integrantes de los grupos vandálicos, quienes desde las iglesias organizaron y ejecutaron sendos actos criminales. Al momento, algunos obispos, ya no se encuentran en el país.

¿Por qué hizo noticia un solitario obispo enclaustrado en un templo de Matagalpa?

El Obispo Rolando Álvarez (de 55 años de edad), al verse acorralado por la justicia nicaragüense, decidió enclaustrarse, junto a 5 sacerdotes, 2 seminaristas y laicos en el templo de Matagalpa. Desde ese recito católico, intentó victimizarse y hacer ver al mundo que lo que ocurría en Nicaragua era una “persecución religiosa”.

Sectores de la opinión internacional, presos de fake news, comenzaron a alarmarse y cargar nuevamente la artillería contra el gobierno nicaragüense con los mismos slogans de siempre.

Al final, el Obispo Álvarez, y sus cómplices, fueron apresados, como procede ante cualquier delito de orden público, y en cualquier parte del mundo, y puestos a la espera de ser oídos en juicio. Sus cómplices, como el Obispo Silvio Báez, actualmente refugiado en Miami, aún andan sueltos.

Nicaragua: Una lección para los gobiernos progresistas de Abya Yala

Regularmente, en el Continente católico de Abya Yala, no se oyen noticias sobre “apresamiento” o “detención por la justicia” de obispos. Mucho menos en países con gobiernos “progresistas”.

Es ya casi una tradición la “impunidad” de la jerarquía católica o evangélica en estas tierras preñadas de fe.

Nuncio Apostólico Genaro Verolino y Castillo Armas. Luego del derrocamiento de Jacobo Àrbenz. Guatemala. 1954

En 1954, el Nuncio Apostólico de Guatemala y la jerarquía católica, bombardearon a las ciudades de Guatemala, Xela y Cobán, desde aviones norteamericanos, con cartas pastorales anticomunistas contra el gobierno de ese entonces Jacobo Árbenz. Inmediatamente sobrevino la invasión militar en nombre de Cristo… Y así, destrozaron aquella noble y loable revolución liberal que no era comunista. Guatemala, ahora, es uno de los países más saqueados y empobrecidos del Continente.

Recientemente, en Honduras, el Golpe de Estado del 2009, se consumó y se sostuvo por 13 años, gracias a la eficiente labor religiosa política del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez. Actualmente, todo un ejemplo de impunidad para futuros mitrados que cometan delitos de orden público contra la estabilidad de los gobiernos. En Honduras, incluso con subregistros, se cuentan miles de asesinados por aquel continuado Golpe de Estado conservador católico.

El caso más reciente es Bolivia. En 2019, nada menos que en la Universidad Católica, en la ciudad de La Paz, convocada, oleada y sacramentada por la jerarquía católica, se ideó, y ejecutó el Golpe de Estado contra los pueblos de Bolivia, con cerca de 40 indígenas masacrados.

Actualmente, en aquel país del Sur, los ejecutores del Golpe de Estado, como la usurpadora Jeanine Áñez, y jefes militares, fueron condenados a prisión, pero los criminales religiosos, aún continúan impunes, protegidos por su investidura religiosa. ¿Hasta cuándo?

Jerarquía Católica reunida en el acto del Golpe de Estado con la usurpadora Jeanine Áñez, actualmente presa

Esperanzas truncadas en nombre de Dios

La historia del Continente está preñada de esperanzas torpedeadas por intervenciones de las jerarquías católicas locales. ¡Todos los golpes de Estado promovidos por el Imperio norteamericano estuvieron bendecidos y acuerpados por el Clero católico! Y lo estarán a futuro si no se castiga a los responsables. Después de todo, la Ley es universal para todos los delitos de orden público.

Como católico cultural, y como teólogo católico en ejercicio, exijo que los estados de Honduras, Bolivia, Chile, Perú… apliquen justicia para investigar y castigar a todos los responsables por los delitos cometidos, sin importar la investidura sacra o secular.

La impunidad del clero católico no sólo condena a una eterna desesperanza a familiares de los miles de masacrados en esta Vía Crucis del Continente, sino sobre todo convierte a Abya Yala entera a un dantesco infierno de miseria y despojo en nombre de la “opulencia/desarrollo” de unos pocos cristianos en nombre de un Dios insensible.

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